¡Hola! Hoy quiero hablarte sobre la ansiedad; sobre cómo te puede facilitar la vida, pero también sobre cómo la puede complicar. Incluso llegando a pensar por ejemplo que te estás volviendo loco o que estás enfermo. Mi objetivo con esta publicación es que aprendas sobre ella y puedas llevarlo a la práctica de una manera sencilla y cómoda; y que puedas experimentar cambios positivos desde el principio. Por eso, hoy te hablo de los 3 pasos para combatir la ansiedad y sentirte bien.

Esta entrada será muy útil para ti si:

Te sientes ansioso la mayor parte del tiempo, tienes una sensación de malestar o angustia todos o casi todos los días.

– Sufres ataque de ansiedad, y muchas veces sin un motivo aparente.

– Quieres encontrarle un sentido a lo que te está pasando, no entiendes por qué te pasa esto, y eso te hace sentir impotente y frustrado.

– Quieres aprender a vivir sin miedo, estás cansado ya de tener esta sensación.

– Y, por supuesto si te atreves a intentarlo.

Qué es la ansiedad

¿Qué es la ansiedad?

 

Vamos al lío.

En primer lugar, la ansiedad es un mecanismo defensivo; es decir, es un sistema de alerta que se activa ante situaciones que consideramos amenazantes. ¡Ojo! He dicho que CONSIDERAMOS, no que son, ya que una situación amenazante para una persona puede no serlo para otra. Por ejemplo, hablar en público. Para Pepe puede significar una situación altamente estresante y para María puede ser un reto estimulante que la activa y la prepara para hacerlo lo mejor que pueda y dar lo mejor de sí.

Es universal, la ansiedad se da en todas las personas, es normal. Es adaptativa, es decir, mejora nuestro rendimiento y nuestra capacidad de anticipación y respuesta a los acontecimientos.

Su función es movilizarnos, movilizar a nuestro organismo, mantenerlo alerta y dispuesto para intervenir frente a los riesgos y amenazas, de forma que no se produzcan sus consecuencias, o por lo menos se minimicen. Nos empuja a tomar las medidas convenientes (huir, atacar, neutralizar, afrontar, adaptarse,) según el caso y la naturaleza del peligro.

Aquí es importante que pensemos, que no hay buenas o malas formas de actuar, sino más útiles o menos útiles. Va a depender de muchos factores, que optemos por una u otra. Nuestra ansiedad, que es muy SABIA, se encargará de hacernos ver si hemos elegido de forma “útil” y “adaptativa” para nosotros.

Con lo cual, podríamos decir que nuestra ansiedad es:

La ansiedad es necesaria

BUENA,
FUNCIONAL, útil para nosotros.
NORMAL

Y no representa ningún problema de salud, al contrario, es NECESARIA, te ayuda a ver tus límites y a actuar de maneras diferentes, más SANAS para ti.

Entonces, te preguntarás “¿por qué me hace tanto daño? No siento para nada que mi ansiedad sea buena, ni normal, ni funcional”.
Verás, a veces este mecanismo funciona de forma alterada, es decir, produce problemas de salud y, en lugar de ayudarnos, nos incapacita.

 

Factores que nos hacen más o menos propensos

 

Existen una serie de factores que hacen que cada uno viva los acontecimientos o situaciones amenazantes de una manera completamente diferente, nos hacen más o menos propensos a que una ansiedad normal, saludable y adaptativa deje de serlo. Algunos de ellos son:

Factores biológicos, es decir, lo que hay en nuestros genes; junto con estos, los patrones de afrontamiento del estrés y nuestro estilo de vida, determinarán los factores de personalidad; otros factores que influyen en nuestra forma de vivir la ansiedad son factores ambientales, por ejemplo, en función de cómo te han criado
eres más frágil o más resistente a la ansiedad, con lo cuál una buena crianza puede reducir enormemente los factores biológicos o heredados.

Y los factores activadores, que son situaciones amenazantes como: acontecimientos desbordantes (ESTRÉS LABORAL Y/O FAMILIAR), acontecimientos vitales de consecuencias graves (MUERTE O ENFERMEDAD DE FAMILIAR), obstáculos para conseguir logros (EXÁMENES, PRESENTACIÓN DE TRABAJOS Y EXPOSICIONES,…)

Ninguno de estos factores por sí mismo puede determinar nuestra forma de vivir la ansiedad y reaccionar a los acontecimientos, sino que es una compleja combinación de algunos de ellos en un período de tiempo determinado, lo que determine esto.

 

Factores que convierten una ansiedad «buena» en «mala

 

En este punto es donde yo incluyo los factores que más fuerza tienen a la hora de convertir una ansiedad “buena” en “mala” o desadaptativa. Quizá te suene alguno de ellos:

Factores activadores de la ansiedad

El “miedo al miedo”, es decir, miedo a que te vuelva a suceder, miedo a volver a sentirte tal mal como el día que te dio ese ataque de ansiedad tan horrible.

La pérdida de facultades, por culpa de la propia ansiedad, que dificultan el afrontamiento de los problemas, esa sensación de malestar e intranquilidad que tienes encima, ese nerviosismo no te deja
tener la cabeza ni el cuerpo preparado para actuar ante otros problemas que te van surgiendo en el día a día.

Soluciones intentadas que resultan contraproducentes. Cosas como: “relájate, respira, piensa en otra cosa, tómate la vida con calma, …” Son algunos de los consejos que has oído para controlar la ansiedad, pero cuando más intentas relajarte, resulta que más nervioso te pones.

La problematización de áreas inicialmente no conflictivas. Te sientes tan agobiado y desesperado que empiezas a perder la paciencia con mayor facilidad, tienes conflictos con tu familia, dejas de rendir en el trabajo, no te apetece salir ni estar con nadie, …

Afrontamiento insuficiente o erróneo de los problemas origen de la ansiedad, por ejemplo, tomarte la medicación que te ha recetado tu médico para tu ansiedad. ¿Hace desparecer tu problema? O, ¿lo duerme momentáneamente?

El establecimiento de mecanismos fóbicos. De repente, te ves atrapada, sin poder salir a la calle tranquilamente, sin atreverte a ir al supermercado (por si acaso me pongo mala allí), sin poder coger el coche para ir a trabajar y así una larga lista de cosas que ves que ya no puedes hacer.

Mecanismos fóbicos que nos bloquean

Bien, llegados a este punto, puedes ver que hay multitud de factores que pueden estar influyendo en que esa ansiedad sana de la que hablamos, se convierta en nuestra mayor fuente de sufrimiento.

 

¿Qué podemos hacer para dejar de sufrir?

 

Cada persona es un mundo y vive los acontecimientos de forma completamente diferente y única, con lo cual no hay una sola fórmula para combatir la ansiedad.

Aprender a decir no

Puede ser que resulte bueno para ti trabajar tu asertividad, es decir, que aprendas a decir NO, sin sentirte culpable ni herir los sentimientos de los demás… O puede que lo que necesites cambiar sea la forma de tratarte y quererte, porque puede que no lo estés haciendo de la forma más adecuada o no de manera suficiente, y lejos de ayudarte, te está haciendo daño…O puede que hayas aprendido a lo largo de la vida unos patrones de actuación o relación con los demás que en su momento te resultaron útiles, pero que están resultando disfuncionales en estos momentos y circunstancias de tu vida. Como ves, sea cuál sea el motivo de tu malestar, la solución de cualquiera de ellos requiere un CAMBIO.

Es necesario hacer un cambio

El cambio es diferente en cada persona, unos necesitarán más tiempo para gestionarlo, otros menos, para unos será más útil profundizar en ciertos aspectos de su vida, para otros hacer cambios en su manera de expresarse… nuestro CAMBIO es único, y debe gestionarse de manera individual.

Pero, por mi experiencia en los últimos años, me he dado cuenta de que hay ciertos factores comunes, ciertos patrones que se repiten en todas las personas que SUFREN con la ansiedad y que si los tenemos en cuenta y actuamos sobre ellos, tendremos claro hacia dónde dirigir NUESTRO CAMBIO, ese CAMBIO único y personal que necesitamos hacer.

 

Las 3 claves para combatir la ansiedad

 

En base a ello, he identificado 3 CLAVES para ganarle el pulso a la ansiedad:

1. Aprende a aceptar
2. Deja de tener miedo al miedo
3. Conoce a tu ansiedad y a ti mismo

Ganarle el pulso a la ansiedad

Como ves, el mecanismo es sencillo; solo tienes que entenderlo y empezar a relacionarte con tu ansiedad de manera diferente a cómo venías haciéndolo hasta ahora.

Prueba a poner en marcha cambios relacionados con estas 3 claves que te propongo; tu visión y perspectiva acerca de la ansiedad cambiará y te empujará irremediablemente a hacer cambios. ¿Estás dispuesto a ello?

Si necesitas trabajar sobre los 3 pasos para combatir la ansiedad y sentirte bien en tu día a día y no sabes cómo hacerlo, ponte en contacto con el equipo de Inpsique. Como plataforma de psicología online, somos especialistas en cuidar la salud psicológica y emocional de las personas y seguro que podremos ayudarte. No lo dudes; ¡te esperamos!

Watzlawick, P., Weakland, J., Fisch, R. y Erickson, M. (2017). Cambio: Formación y solución de los problemas humanos (1º ed.; 14ª reimp. Ed.). Barcelona: pastor.

Autor

Psicóloga sanitaria
Nº Col: G-4577

Habilitación sanitaria
Terapeuta Familiar Sistémica
Certificación completa expedida por la ATFMG
Trastornos Específicos del Aprendizaje. Psicoestudio
Disciplina Positiva. Escuela Bitácoras

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