La Navidad no pasa indiferente para nadie y menos esta de 2020.
¿Eres de los que adora la Navidad o de los que la odian?

Si eres de los primeros, puedes tener creencias religiosas que potencia la trascencendencia de estos días; y si no las tienes, esperas reencontrarte con tus seres queridos: tu hermano expatriado, tu hijo de Erasmus, tu sobrina que viene con su pequeño o tu abuela (a los que algunos sólo ves una vez al año).
Son fechas inaplazables: Nochebuena, Navidad, Fin de Año, Año nuevo y Reyes. La Navidad es una fiesta de creyentes y no creyentes, son días relacionados con la unión familiar, la alegría y el reencuentro. Pero hay otras Navidades que tienen una connotación menos fraterna y que viven muchas personas que viven en soledad, con problemas familiares o sentimientos dolorosos que les impide respirar con tranquilidad.
Esta Navidad, tanto si eres de los que aman estos días o de los que la odian, tendrás que tener un criterio claro, personal y responsable de con quien reunirte, cómo y cuándo. Porque no vamos a poder ver a muchos de los familiares o amigas que queríamos abrazar y disfrutar de sus relatos.
Si estas leyendo estas palabras, eres de los afortunados que continuas con vida tras la devastadora propagación del Covid-19. Sé que hay miedo al contagio, pero es momento de diferenciar las cosas de las que ocuparte y las que “dejar estar”, las que no puedes cambiar. En tu mano está controlar el número de personas con quien reunirte, cuando utilizar la mascarilla o la frecuencia del lavado de manos. Pero no está en tu mano controlar la carga vírica y su propagación por el mundo.
Se nos pide que, entre los familiares más cercanos y algún allegado, no reunamos nunca a más de 10 personas. No es un número al azar, es el número que determina la probabilidad de estar con dos entornos burbuja: personas que conviven habitualmente, para controlar la propagación del virus en tu entorno.

El autocontrol será nuestro salvoconducto para no caer en una “tercera ola”.
Autocontrol para identificar a las personas vulnerables en tener complicaciones de un posible contagio (como por ejemplo los ancianos); a las personas vulnerables de ser los portadores ocultos del virus (como es el caso de los adolescentes); y evitar que se junten.
Autocontrol para luchar contra el sentimiento de culpabilidad por no estar con parte de la familia que por su elevada edad o por ser personas de riesgo, y no exponerle al contagio.
Autocontrol para no abrazar y acariciar a ese padre, esa abuela, ese hijo o ese nieto por quien suspiras cada noche.

¿Necesitas ayuda profesional?
Autocontrol para no poner aperitivos compartidos, evitar tocar la comida que no comeremos, o no comer comida tocada con otras manos.
Es momento de vivir el aquí y ahora. De crear emociones positivas en cada burbuja en la que celebres los días de Navidad. Busca sorpresas agradables: un villancico dedicado, una dedicatoria, un poema o un dibujo.
Comparte tu risa para pulverizar la ansiedad y el miedo. Ríete de ti y del mundo.
Y recuerda que sacrificaremos el reencuentro familiar este año por el bienestar futuro.

El año que viene viviremos momentos de reencuentros entre canciones y regalos, con las preguntas de siempre ¿que haces este año?, ¿tienes novio?, ¿Cómo lo llevas? … y recordaremos que en las Navidades 2020 desarrollamos un criterio personal y solidario.
Campaña Coronavirus #ElMejorRegaloEsCuidarnos
Más información sobre la campaña:
https://www.mscbs.gob.es/campannas/campanas20/ElMejorRegaloEsCuidarnos.htm
Psicóloga Sanitaria y Educativa
Especialista en psicoterapia (EFPA)
Nº Col. M-17272