La salud mental aborda sufrimiento psicológico de las personas. Este sufrimiento puede centrarse en malestar emocionales, alteración del pensamiento o de la conducta que imposibilita hacer una vida normal, o genera mucho desgaste.

Los profesionales que podemos evaluar, diagnosticar y tratar esta sintomatología de salud mental somos los psicólogo/as y psiquiatras.
El psiquiatra tiene una especialización después de su formación en medicina para analizar e intervenir los aspectos biológicos descompensados en el sujeto, como resultado de variables psicológicas afectadas, estableciendo un tratamiento de corte farmacológico y/o psicoterapéutico.

Si el estado anímico está muy abatido durante mucho tiempo, manteniendo una emoción de desesperanza que impide dar solución a mis problemas, es posible que esta situación altere mi equilibrio bioquímico. Hay enfermedades mentales en las que es imprescindible la prescripción farmacológica, por ejemplo en la esquizofrenia, trastorno bipolar o el trastorno de depresión mayor con una alta gravedad. Los psiquiatras prescriben fármacos como eje fundamental de su intervención, pero también emplean el tratamiento psicológico.

El psicólogo que trabaja en salud mental tiene una especialización después de obtener el grado en psicología. Esta especialización tiene dos vías posibles: psicólogo/a clínico con una residencia hospitalaria; o psicólogo/a sanitario, con un máster. El psicólogo sanitario o clínico está especializado en la evaluación de las alteraciones psicológicas y la intervención con tratamientos basados en la evidencia de psicoterapia que devuelven el equilibrio y bienestar al sujeto.
Los psicólogo/as estamos especializados en el tratamiento psicológico y ello se manifiesta en la periodicidad con la que vemos a los clientes/pacientes. Normalmente una vez a la semana, permite hacer un seguimiento del afrontamiento del cliente a su malestar y revisar las actividades planteadas. Esto exige una acción introspectiva importante para reconocer cómo es, qué es lo que le afecta y cómo contener las situaciones que le generan malestar.
Los psicólogo/as debemos utilizar terapias basadas en la evidencia, es decir, que han sido replicadas en un trabajo experimental para evaluar los pros y contras de la intervención, determinando el grado de mejoría en la personal y los elementos que confluyen para ello. Esto exige a los profesionales una formación continuada a lo largo de toda su trayectoria profesional y constituye una garantía en su trabajo.

Los psiquiatras y psicólogos nos complementamos. Los psiquiatras se centran en la parte más biológica de la mente humana. Y los psicólogos trabajamos en el comportamiento, los pensamientos y en las emociones como eje para recuperar el equilibrio. Cada profesional realiza un tipo de intervención, pero en la mayor parte de los casos son intervenciones complementarias, es decir, el psicólogo tratará los problemas modificando por medio de ejercicios y rehabilitación psicológica de los pensamientos, emociones y conductas de las personas, mientras que el psiquiatra se centrará en reequilibrar o curar la parte biológica, prescribiendo fármacos u otra intervención médica que considere necesaria.
En muchos casos se trabaja al unísono, es decir, el cliente/paciente asiste al psiquiatra y al psicólogo/a, lo cual exige una coordinación e intercambio de información entre ambos profesionales.

Es normal que un sujeto que asiste al psiquiatra, éste le derive a un psicólogo/a; de la misma forma que si es atendido por un psicólogo/a, le puede derivar al psiquiatra.
Si usted está leyendo este blog y tiene dudas a quien acudir, le recomendamos que le pregunte a su médico de familia que podrá indicarle cómo proceder.
Tan sólo advertir que en la sanidad pública no existen psicólogo/as suficientes para atender la demanda real de problemas de salud mental y como primer paso de contención, los médicos de familia prescriben psicofármacos como terapia de primera elección para problemas de ansiedad y depresión.
Es tiempo de cuidar nuestra salud mental y de tener criterio de cuándo y a quién acudir.
Psicóloga Sanitaria y Educativa
Especialista en psicoterapia (EFPA)
Nº Col. M-17272